Pertenecer

La trasformación cultural que supone colocar al cliente en el centro de la organización, sólo se puede dar si todas las personas que la conforman se sienten parte de la misma.

Y todos sabemos que, lamentablemente, esto no es lo más frecuente. Desde la posición de clientes podemos observar con perspectiva, cómo un gran número de empleados se enfrentan a sus tareas del día a día viviéndolas así, como simples tareas. Sin tener la conciencia de que sus tareas están integradas en un todo. Sin tener la conciencia de que sus acciones tienen una gran trascendencia en la percepción que la sociedad pueda tener de la organización de la que forman parte. Sin un claro sentido de pertenencia.

Y aunque cada empleado, sin duda, es responsable de sus acciones  y de sus comportamientos, es cierto que si no existen en la organización líderes que sean capaces de inspirar, que vivan con convicción el propósito y los valores de la marca y que sean capaces de trasladarlos, de dar reconocimiento, valor y autonomía a los empleados, difícilmente se generará ese sentido de pertenencia que contribuya a que cada uno de ellos quiera sumar en la organización, y sentir que forma parte de algo más grande y con sentido.  Conseguir que todos y cada uno, desde su posición, sientan que no pican piedra sino que construyen catedrales, tendrá un gran efecto positivo en los entornos laborales y, sin duda, redundará en una excelente experiencia de cliente. ¿Inspiramos?